bienestar social
En nuestro país lo público está deslegitimado, las personas confían poco en las instituciones, y mucho menos aún, en quienes ejercen la función pública. Los casos de corrupción están a la orden del día y solo fortalecen la desconfianza ciudadana hacia el quehacer del Estado. En este contexto, un cambio de Gobierno representa la oportunidad de reivindicar el rol de lo público como garante del bienestar de las personas.
La riqueza natural de Centroamérica es un factor estratégico para garantizar el bienestar de las personas. Sin embargo, la dimensión ambiental del desarrollo y las implicaciones de las actividades económicas en el entorno natural, han sido históricamente excluidas en el diseño de las políticas públicas, incluyendo la política fiscal. Como consecuencia de este abandono, la región presenta una constante degradación de su capital natural y una creciente vulnerabilidad ambiental.
Centroamérica presenta resultados distintos en materia de bienestar, que se corresponden con una mayor intervención o ausencia de los Estados. Destacan Guatemala, El Salvador y Honduras que, en términos relativos, presentan los peores desempeños de la región y donde los Estados fallan en garantizar el bien común. De esta cuenta merece la pena cuestionar si, ante la relativa ausencia de los Estados, ¿se produce bienestar en estos países? De ser el caso, ¿sobre quién recae y cuáles son los costos?
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) llevó a cabo el foro «Gastar más o gastar mejor: ¿Una falsa paradoja?», donde se presentó el documento Perfiles Macrofiscales de Centroamérica número 11, que contiene el análisis de la situación fiscal de la región centroamericana al cierre de 2018. Asimismo, se realizó un conversatorio con especialistas hondureños sobre los desafíos en materia de gasto público que enfrenta Honduras.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) llevó a cabo el foro «El Proyecto de Presupuesto 2019 frente a la encrucijada del cambio de Gobierno». El evento contó con el apoyo de Oxfam y en el mismo participaron representantes de las fórmulas presidenciales y líderes de organizaciones sociales. El Instituto brindó recomendaciones para lograr un presupuesto más transparente, con mayores recursos y más capacidad de lograr impactos sobre el bienestar social.
A riesgo que el gobierno de mi país me indique que debo abandonar Guatemala, me tomo la libertad de afirmar que los numerosos escándalos de corrupción que han salido a la luz pública en la región centroamericana ponen de manifiesto el carácter endémico e inherente de dicho problema dentro de nuestras sociedades, a todo nivel.
Probablemente usted ha escuchado que algunas instituciones nacionales e internacionales hablan sobre la necesidad de equilibrar las finanzas públicas del país. Para lograr este objetivo, algunas plantean reducir únicamente los gastos del gobierno, mientras que otras proponen reducir gastos, pero también incrementar los impuestos. Entre estas últimas, una discusión recurrente se centra en la pertinencia de incrementar la tasa del IVA del 13 al 15%.
En una reciente entrevista para la agencia Bloomberg[1], la ministra Magdalena Andersson, quien gestiona las finanzas públicas suecas desde 2014, conversó sobre los tres principales elementos que permiten a este país nórdico tener una exitosa inserción económica internacional y uno de los mejores estándares de vida del mundo: crear empleos, contar con un sistema robusto de protección social y redistribuir la riqueza.