Nayib Bukele
Desde el inicio de su mandato, el presidente Nayib Bukele ha llevado a cabo la gestión de la administración pública en El Salvador como si se tratara de una empresa familiar en lugar de un Estado democrático. Esta forma de actuar se caracteriza por la falta de un plan de gobierno claro, la carencia de capacidad de toma de decisiones en su gabinete, una preocupante dosis de improvisación y una ausencia vergonzosa de rendición de cuentas.
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Uno de los “logros” destacables de la actual administración es haber logrado que el debate público se enfoque en cualquier cosa, excepto en los problemas concretos que afectan a las personas.
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En una verdadera rendición de cuentas se hubiera esperado que el presidente hiciera al menos un recuento de las políticas públicas implementadas bajo su mandato en el último año.
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La ciudadanía tiene el derecho de evaluar la gestión actual del gobierno.
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En los últimos 4 años hemos experimentado el deterioro acelerado y sostenido de la institucionalidad democrática.
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Esta semana se vencía el plazo para que el gobierno de El Salvador erogara los $604 millones que faltaban de pagar del vencimiento de un bono que se emitió en 2002. Y lo hizo.
El gobierno, utilizando toda su maquinaria de propaganda, ha equiparado este suceso a uno de los más grandes éxitos económicos —quizá sea porque no haya muchas cosas que presumir en este ámbito— incluso dejando entrever que este acontecimiento nunca había pasado anteriormente. Cuando en realidad el país, a excepción de 2017, siempre había cumplido con los pagos de deuda.
La adopción del bitcóin en El Salvador ejemplifica la política económica de este gobierno: improvisación y mucha, pero mucha, opacidad. Sin estudios técnicos que la respaldaran, sin debate con la sociedad.
Al cumplirse un año de haber entrado en vigencia la Ley Bitcoin, el análisis técnico del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) muestra un balance negativo, con grandes costos para la sociedad salvadoreña y sin beneficios tangibles, por lo que recomienda que la Asamblea Legislativa derogue la Ley Bitcoin, y que el uso de esa criptomoneda sea voluntario.
Documento adjunto
Cuando para un presidente lo prioritario es mantenerse en el poder, significa que todo su tiempo, energía y recursos lo destinara para ello.